miércoles, 6 de septiembre de 2017



IMPROVISADO

 

 
    El frio está siendo más helado de lo normal
incluso me hace dormir con pantalón de buzo,
en la tele no dan nada entretenido
y por más que me rehúso el otro lado del colchón no tiene uso.
   Las calles están más feas
la loza rebosa toda sucia
y hasta parásitos se le crean
esperando a que me digne a hacerme cargo de ella.
   Pero cuesta, cuesta aún más hace un tiempo
cuesta porque no es fácil,
cuesta porque Piñera va primero en las encuestas,
y el olor a dictadura sigue pudriendo la acera.
   Cuesta porque se cierran las alamedas
a los estudiantes y al amor
se cierran como chauchero de viejo
se marchitan como flor en un panteón.
   La música a muerto
con la poesía cursi a medio lado,
murieron también los jeans rasgados
y las cartas tiernas,
murió el otoño por el invierno
las hojas tiesas
murió la gente que te extraña,
murió lo convexo, o lo cotidiano
el olor a lo ajeno,
las manos simples en pleno meridiano.
   Di lo que quieras amigo mío,
sin su cintura hay un camino errático,
que hasta mi perro suena apático
y el árbol se seca lánguido,
mientras el silencio se vuelve ruidoso en este ático
                                                                         / improvisado
que cubre menos que paraguas con hoyos
y si este pacto de ver lo empírico
en los ojos alocados,
no es más que masticar chicle preso en un camino crítico.
   Arremángate esa cara pobre hombre,
deja esa torpeza de sentirte prescindible
¡Pesas menos que un paquete de cabritas!
todo en una frase, sin un copete de preámbulo gritaba el tipo en la calle,
y si tiene razón,
aunque podría replicarle un par de garabatos
ni el azúcar quita lo amargo del café en el tazón,
y no soy perfecto, menos si soy un pelagatos
que causa estragos antes de empezarlos
y no tiene una pisca de dulzura
cuando muere el malpaso.