viernes, 24 de junio de 2011

A ESA MUJER MIA

Querer vivir la vida con un ser tan mezquino, solitario y distinto como un poeta no es fácil, valla cojones para aceptarlo, o siquiera la idea de algun enamoramiento presente ya es mucho pedir.

A ESA MUJER MIA

Con la cual las tormentas se calman,
y el viento deja de silbar,
el tiempo no pasa y se para
así como en silencio comienza a gritar.
Es todo provocado por el bipolar
sentimiento guardado que sacas,
y que a ratos siendo manco quiere volar
así como en tu regazo, recién llegando quiero escapar.
Un calor frecuente que calienta de solo mirar,
un frio caloso que pervierte mi interior
son solo rasgos provocados en singular
cuando me amas y te alejas de un girón.
Mi alma clama porque la ruleta deje de girar
mirar por fin la tentativa mística
que tiene tu mirar
ver tatuado mi nombre en tu pecho
y las estrellas en la noche ver brillar.
El regalo más preciado es ese que no has de entregar,
la música perfecta es esa que no se ha de escuchar,
y mi mujer idealizada
dispuesta a cortejar,
rasgándome la ropa
esa que sobra cuando se ha de amar.


Me apremias siendo eficaz,
esa mujer mía que susurra ternura
y al mismo tiempo la echa a volar,
que calma los mares y provoca tempestad,
esa mujer mía
que se gana el cielo
pervirtiendo a Satanás.

martes, 21 de junio de 2011

EXILIO

Nunca he amado tanto a una mujer como a aquella, desde el preciso instante en que la conocí algo dentro cambio por completo, la vida la vio con otros ojos y la percepción del amor cambio radicalmente. Su cuerpo despertó en mi los mejor placeres carnales, y los mejores poemas que me haya atrevido a escribir. Su sexo provocaba en mí mil fantasías e historias que me cautivan hasta el día de hoy con tan solo leerlas.
Pero también aprendí que en el amor nada es fácil y sencillo, que para conseguir lo que se quiere muchas veces, tu orgullo tiene que irse a la misma mierda, tus negaciones tienes que cambiar de opinión solas y tu voluntad por olvidar a alguien tiene que abortar misión.
Fue un día martes, lo recuerdo bien, yo en mi departamento solo como de costumbre, solo el viento que entraba por mi ventana cortaba el humo pesado de los cigarrillos, mi mejor colección de Dolores O´Riordan sonaba fuerte, y mi inspiración olvidada en el ascensor, no quería nada, no toleraba hablar con nadie, mi celular llevaba días apagado, quería desaparecer del mapa, y estar en mi casa, era la mejor manera. Hace pocos días, la mujer que amaba me había traicionado de la peor manera, me mintió y jugo conmigo, se rio en mis narices y persuadió a mi corazón hasta cuando no tuvo más que reconocer lo que había hecho.
Su ex, el mismo weon que tiempo atrás volvía al abordaje por su amor, por fin conseguía arrebatarme a la mujer que se suponía, sería para toda la vida, mis mejores rosarios fueron para esta traición y no encontré consuelo en nada, ni un puteria nocturna con alguna vieja amiga, lograban cambiar mi estado de ánimo, por eso me exilié. Así por semanas, asumo que tenía a todos preocupados, pero mi pena podía más. No cabía en mi consuelo por la perfidia, me pregunte mil veces en que fallé, retrocedí el tiempo para analizar cada minuto con ella y entender en que mierda me equivoqué, nada, no había nada, comprendí que cuando más uno entrega y ama a la persona querida es cuando más te pagan escupiéndote a la cara (casi siempre pasa), y después de casi tres semanas pude agarrar mi notebook y comenzar a escribir para sacar la mierda que me consumía por dentro, ganarle a mi ira y poder descansar de una vez por todas.
Mis versos eran negros, llenos de mierdas, las carencias hacia aquella que arruinó mi ilusión se hacían más evidentes, jure no volver a caer otra vez en lo brazos de ninguna, acorazarme el corazón por si a alguien se le ocurría volver a jugar en deterioro de mi alma. Ya estaba gastado de tanto amar, no quería mas, mis fuerzas se hacían escasas y solo quería disfrutar y volver a revivir otra vez esa alegría que me caracterizaba.
Uno de mis leales me rescató de mi departamento, antes de eso ordenó, limpió y sacó toda la basura que se acumulo por semanas. Salimos, junto a todo mi grupo de choque, brindé por el desamor y me permití putear a la perra vida que me tenía medio borracho tratando de olvidar a “mi amor”.
Cuando me devolví a mi departamento vi de lejos que alguien dormía fuera de mi puerta, el frío era grande, y no logré divisar quien era, producto de mi mareo hasta que me acerqué, era ella, la misma por la cual brindaba horas antes por su traición, yacía fuera de donde semanas atrás se fue de la mano de un el pasado añejo. La desperté, se paró y me miró fijo, así por un minuto, yo descomprimí el silencio con un -¿Qué haces aquí? De su rostro broto una lágrima, solo una.
Yo no supe que más decir, mi ira brotaba por lo poros, pero no podía ser tan maricón para reprimir a la mujer que seguía amando (pese a todo), aunque mi corazón pidiera una explicación convincente preferí guardar silencio y abrazarla. La invité a pasar a mi casa pero no quiso, me pidió que la acompañara, bajamos y en su auto emprendimos rumbo desconocido.
Fue una hora en que el silencio era el compañero, ella no emitió palabra, yo me callé por no salir con alguna palabrota, así hasta llegar cerca de San José de Maipo, nos paramos en medio de la oscuridad completa a un costado del camino, sacó de su cartera algo para beber, se armó de valor y solo dijo –perdóname-. Sabía que vendría eso, no por adivino, si no porque la conocía bien, espere algo más, asumo que quería saber porque cresta me había hecho eso, pero entendí que su pena era más fuerte que las palabras que pudiera decir y que eran reflejo de la equivocación que sentía. Mi negación a volver a caer en sus brazos me mantenía sentado pero, en un momento donde ella se empinaba la botella, se la arrebaté a la borrachera, le quité la botella y la abracé como nunca, me permití mandar mis sentimientos a nadar al río y la consolé.
Ya habría tiempo para hablar más, ahora era tiempo de nuestra seudo reconciliación, y de la consolación pasamos a los besos, nos pasamos a los asientos traseros, de a poco esa pena y lágrimas, se volcaron en calores y gemidos que amaba, era ella otra vez junto a mí, ni en mis mejores sueños perdidos podría haberlo imagino. La desvestí sin importar que pasara fuera del auto, los vidrios empañados nos mimetizaban desnudos en la oscuridad, adentro nosotros jugábamos a perdonarnos y a tratar de reconstruir el futuro extraviado, ella sobre mí con su curvilínea manera de enloquecerme, sus pechos ortodoxos me incitaban a seguir, éramos otra vez los dos, no sé cuantas veces la tome por la cara con una rabia convertida en placer y la bese, no se por cuántos minutos llore mientras le hacía el amor, buscando desahogo y no la hallaba, solo intenté jugar a que nada había pasado y solo me preocupe de amarla, con un afán de cumplir y satisfacerla, sin importar el porqué volvía a mi lado, con las ganas de sacar mi amor acumulado por ella y sacarle el luto a estas vida de mierda. Nos vestimos y al son de unos cigarros, tomados de la mano, hablamos para poder entendernos. Y aunque me costó, entendí lo que por dentro de ella pasaba, comprendí que para amar hay que tener cuero de chancho y tolerar lo que te traiga consigo el amor.
Por mucho tiempo más esa silueta inundo mi departamento, aprendimos de los errores que nos sueltan las manos, aprendimos de los traspiés y nos fortalecimos en un sentimiento utópico que te bota si no te pilla bien parado, fuimos uno solo hasta que el tiempo dijo basta.

MI RETRATO

Noche triste
en la hacienda de mi desdicha,
tiempo muerto,
acabaste con la esperanza
y una pena remitida
brota y brota,
el tiempo muerto está,
se presenta con la noche y el día se va.

Con un beso barato,
te marchas,
camino errante,
atenúa el dolor enajenado
que se posa en instantes
de hambre por ti,
de sed por tu manantiales blandos,
el tiempo claudica
y la espera a muerto
y muere con ella mi dolor.
¡Que habéis de recitar ahora!
mi garganta seca
sin una gota de agua,
de esa de tus bustos blandos.

¡Que habéis de sentir!
si te llevasteis contigo
mi forma de amar,
ya no estoy conmigo,
¡El tiempo muerto esta!
yo con mi llanto vasto
para encallar
en la utopía que dejaste aquí.

Plántate de nuevo
en la huerta de mi casa,
no permitas mi funeral anticipado,
con el tiempo en contra,
con el recuerdo de tu piel,
con tus manos frías
y mis palabras por doquier…
… espero.

viernes, 17 de junio de 2011

ERAS TÚ

El teléfono sonó, con una insistencia distinta, no quería contestar, sabía que eras tú, pero lo hice con un arrepentimiento interno, con un dolor de guata horrible. Al escuchar tu voz, mi mente retrocedió, me criticaste los mail no respondidos, -no supe que responder- te dije, estaba bloqueado de pies a cabeza, conversamos largo y distendido, terminamos ofreciéndonos una conversación en directo, donde siempre, como siempre.
Llegue puntual y asumo que mis cañuelas eras de hule, había un frio extremo, mis convicciones, negaciones y puterias echadas al ruin destino se fueron a la mierda, al rato llegaste en tu auto nuevo, supuse que la vida te estaba premiando, pero sabía que tu corazón seguía esperando, con solo mirarte a esos ojos negros entendí que me necesitaban aunque no lo dijeras. Nos fuimos a comer, soplamos el polvo a los lugares que un día nos vieron jubilosos viviendo ese cariño que nos juramentarnos tenerlo hasta morir, donde mismo te prometí que sería contigo y solo contigo la mujer que llegaría al altar, pero que ahora nos veían pasar diferentes, distantes, fríos pero con las ganas intactas de resucitar esos viejos tiempos. Todo fue peleas, todo con críticas al tiempo pasado, sacaste tu mejor artillería para criticar mis romances express, yo ataque a tu poca valentía a luchar por algo que amabas, así nos mantuvimos por un rato, hasta cuando toque tu mezquino corazón con una pregunta precisa, ahí soltaste las lagrimas que te hacían ver como un ser sentimental y que viven permanentes tras tu estampa de mujer dura y fría, esas mismas que no derramaste cuando cortaste de raíz un amor como el nuestro, sin cargo de conciencia.
Te invite a caminar, pero el frio pudo mas, nos metimos a tu auto pa calentar nuestros cuerpos, seguimos con los mismos temas, seguimos con las mismas escusas y artillería cruzada, no daba más, saque del bolsillo un “te he extrañado mucho” y el ambiente denso se fue, me miraste con una ternura insegura, me tomaste fuerte de mi cara y me besaste, confieso que no pensé que volvería a morder esos labios, ni menos que hurguetearía otra vez en ti, ahí las palabras fueron sinceras, era obvio que todo lo que antes se había dicho era por la rabia que tenemos de haber acabado con la mejor experiencia de nuestras vidas y que termino por un chantaje weon del destino. Echo a andar el auto, sin preguntas, no supe donde íbamos hasta casi el final, y si era de recordar, nada mejor que nuestro rincón donde desaparecer por horas, si era por asumir que aun existía esa atracción quinceañera era en nuestro motel favorito, entendí que ella quería dominar esa noche, quería ser ella la que llevara la batuta, quede en blanco solo con la duda de entender porque mierda otra vez caiga en los brazos de esa mujer.
Afuera el mundo continuaba sin nosotros, y nosotros comenzábamos a quitarnos esas ganas diarias por vernos las caras, recuerdo que partimos prendiendo un cigarrito amargo, echamos a volar la imaginación, ahí descubrí tu pecho sin pensarlo (recordé la vez que los pinte en uno de mis cuadros), comencé a disfrutar sin remordimientos a lo que afuera de esa habitación separaba nuestras vidas, tus ojos entre abiertos y tu respiración me confirmaban que seguías siendo tú, tu olor corporal me hacían entender que ahí seguía intacto mi rastro, el mismo que deje cuando nos separamos. Te desnude y me desnudaste, nos fundimos en la fría noche santiaguina en un cuartucho lleno de recuerdos hasta en las sabanas, te penetre no sé cuantas veces, era un amor genuino, nada de sexo, era todo emociones, hasta las lagrimas, hasta el delirio santo, eras tú otra vez en mis brazos, recordándonos oxidados por el paso del tiempo, pero iguales con ganas de corroer lo que nos desvío del camino juntos, tu sexo seguía igual, tus curvas seguían siendo las que descubrí hace cuatro años atrás por primera vez, tus margaritas en tu cara eran como recordé hasta la alucinación, ¡eras tú! unos años después, la misma que se fue. Así estuvimos la noche completa, más que haciéndonos el amor, fue un abrazo de horas, -lo juro que así fue-, los sentimientos y el amor estaban intactos, aunque el tiempo pase envejeciéndolo y aporreándolo.
A la mañana mi muñeca rota se vistió, yo me quede escribiendo algo, como muchas otras veces, te leí ahí mismo los versos olvidados que habíamos perdido, te tome fuerte de la mano, sabiendo que te irías y que volveríamos a lo mismo, a ser desconocidos para todos, a guardarnos otra vez las ganas quizás hasta la próxima llamada o hasta la próxima vez que necesite inspirarme como nunca. Así fue, me dejaste en una esquina y emprendiste rumbo, intente correr tras de ti, pero tenía que dejarte libre como te conocí, con la esperanza de volverte amar, como lo hice hace años atrás.

TE AMO ¿ME AMAS?



Te Amo,
¿Me Amas?

Yo soy para ti
Menos de lo que tú eres para mí,
Porque mi amor es inaudito he infinito,
Solo por el simple hecho de existir,
Por la simple situación
Que mojas mis dedos
Cuando de pronto estremecidos
Juergan en tu caliente pasión.


Me Amas
¿Te Amo?
La ver dad
No veo impedimento para saciar
La fibra de amor que vive
En las raíces corrompidas
De nuestros cuerpos.


Con tus ligeros pasos
Vienes y te metes por la frente
¿Eres tu la que veo
En la caña mas alta del árbol?
Te Amo
¿Me Amas?

miércoles, 15 de junio de 2011

YO LA ABRACE UNA NOCHE

Yo la abracé una noche, la misma noche que la divise, yo con mi estampa de roto chileno la mire queriéndola cercana a mí. No eran más que unos metros que nos separaban, ella reía con sus amigas, yo alardeaba con los míos, no pare de mirarla, como sacando los botones de su blusa con mi vista, como saboreando su entrepierna bajo esa mesa. A la primera canción coqueta la invite a bailar, bailamos sin tapujos, danzamos hasta perder el rumbo, me dijo –soy Elena- y cual susurro serafín me estremeció el alma, algo dentro se desequilibro. Conversamos hasta que el local cerró, la gente sobro incluyendo a nuestros amigos que emprendieron su rumbo sin nosotros, éramos los dos, y como otras veces unos ojos verdes como el verde de un zorzal me cautivaron hasta hacerme delirar.
La invite a mi departamento que quedaba unas cuantas cuadras de ahí, recuerdo haber comprado unas cervezas, para amenizar un poco más la velada, el roto chileno con aquella princesa en su departamento era solo producto de una noche mágica, lo sabía y tenía que aprovecharlo, no podía si no ser caballero con tanto coqueteo de Elena. El tiempo paso rápido, el sol se asomo por la cortina, nosotros seguíamos conociéndonos, coqueteándonos, entendí que ella podía ser más que solo un polvo nocturno, quise que no formara parte de la colección de trofeos calentones de la juerga nocturna santiaguina, la quise amar y como tal no podía ser suspicaz y tirarme a su cuello de inmediato, tenía que apaciguar mi verborrea que terminaba siempre en mi colchón.
Termine ofreciéndole desayuno al amanecer, ella accedió de inmediato, pero con una condición; después de una ducha y en mi cama. Eso sonó como una tentación muy difícil de no aprovechar, y mientras preparaba el desayuno ella se puso tras de mí, comenzó a besar mi cuello de una manera sensual y con sus manos toco mi pene que de a poco se ponía duro, así jugo por unos minutos, yo seguía en lo mío, sonrojado total, ella se separo y con voz coqueta me dijo -te espero en la ducha-.
Termine rápidamente de preparar el desayuno, deje el hervidor calentándose (como yo) y corrí al baño, medio torpe comencé a sacarme la ropa, ella ya desnuda me esperaba ahí. Al correr la cortina y verla desnuda, mojada y adornada con el vapor que salía de la ducha fue un agasajo de la naturaleza, tener a esa morena y su curvas de plata entre mis manos era como estar junto a Dios y sus ángeles rodeándome. Sus pechos eran perfectos, su estatura adecuada para besarnos boca a boca, su espalda como catarata llevándose el agua tibia, sus piernas pulcras nacidas de la eternidad de su entrepierna, ahí nos terminamos de conocer, comenzamos a querernos delicadamente, su sexo se estremeció contra el mío, sus gestos cambiaron, su respiración se altero, y mi vida solitaria comenzaba a permitir la satisfacción de una mujer y sus pechos de plata otra vez en mi rincón.
Le seque la espalda, comencé a acariciarla, hasta dejarla rendida en la cama, y pa´ no ser descortés, le lleve el desayuno que ella quería, entre risas y sonrojos ella me dijo que amo que la tocara tan tierna, que ese momento había sido único e inolvidable. Yo a esas alturas más me convencía que ella era la indicada para lo que el médico me recomendó para la soledad empedernida, la bese, le di las gracias y la volví a amar, así todo el día, nos hicimos compañía y en las paredes se evaporaba el sudor de ese día. Al terminar la tarde la deje en su casa, algo raro para la primera cita, pero si, no me quería separar, no la quería dejar, quería que se volviera conmigo y estar así por días, pero no, yo tenía que estudiar, ella tenía que extrañarme, yo tenía que idealizarla en un poema, ella tenía que preparar la artillería para la próxima ida a mi departamento.
Así fue más de un año que la morena despiadada me hacia subir al paraíso cada vez que me amaba con su cuerpo de cristal, así fue como mi vida se enamoro de unos pechos dulces como agua de manantial, y en mi rincón oscuro unos ojos verdes iluminaron hasta las noches más lóbregas, hasta ese maldito marzo que sus sueños internacionales y su futuro estudiantil la mandaban becada a Francia. Mi negación fue más fuerte que sus llantos ese día que nos despedimos con un hasta pronto entre las extensiones de su cuerpo y unos te amo que se guardaron en el velador que se dijeron a todo momento. Me dejo una nota a la mañana al despertar, un amor a medias jodido y llorón y unas ganas de correar hacia ella pero que mi mediocridad y mi instinto solitario no me permitieron, deje que se fuera con los primeros rayos del sol, sin siquiera frenarla, solo con la convicción de que la encontrare otra vez por ahí y que ella se encontrara en estas líneas infinitas.

ODA A UNA MUJER FUGITIVA

Yo me la lleve lejos
lejos de sonidos de grillos,
la llene de calores dormidos
entre su blusa de lino fino,
me tembló el alma añeja
me susurro al oído,
me desvistió con fortaleza
me ciño clandestino.


La morena se abalanzo en una noche de juerga
entre pastores y ladridos
mi corazón en sus manos cuelga
corriendo tras sus caminos,
y no hay en mi temblor alguno
mientras espanta el duro frio
con su pechos llenos de caracolas
que se esconden tras el corpiño.

Sin Cabestros ni estribos
me sedujo con sus contornos,
con sus ramos de jacintos
envolvió mi entornos,
con sus manos de delirios
y sus muslos ceñidos
me cautivo como cordero sorprendido.

Tras sus pasos fugitivos
mi alma se queda sorda
yo no soy más que diez mil sentidos
en medio de una carrera corta,
se fue con el amanecer
se llevo mi alma parda
sus ojos verdes no florecen,
mis ganas se guardan.

viernes, 10 de junio de 2011

LA SOLEDAD

Creo que la soledad muchas veces llega a golpearte a la cara, a ratos pienso que espera tranquila bajo mi cama hasta pegarme el zarpazo maricón y hacerme sublime a su juego necio. Creo también necesitarla, mucho de lo que se escribo sale en momentos donde no existe más que el sonido del silencio, donde te anclas a sentimientos weones que te acompañan cuando echas a volar la imaginación. Son precisamente esos momentos que te atormentan donde te haces mas grande, donde la palabra madurez cobra sentido y donde el auto análisis cobra fuerza.
La soledad no es una maricona, si no un mal necesario pa´ toparnos con nosotros mismos y reflejarnos en el espejo decadente que se cuelga en la pieza, la soledad está ahí después del polvo con tu mujer de turno, cuando la delicadeza y la indecencia se posa sobre la cama ella mira celosa en un rincón de la habitación, buscando excitación y logra de algún motivo echarla fuera de tu vida a la mujer con pechos negros como miel, cuando empiezas a poner el corazón, logra hacer más banal momentos que tendrían que ser placenteros, cobra factura en momentos iracundos de placer y como una vil puta se te pega obscena en las ganas al amanecer.
Y ni aun así podría echarla fuera, eso me hace masoquista lo sé, pero creo que todos necesitamos momentos cabrones donde hasta el sonido de la radio sobra, donde la luz esta de mas, y donde amar no sea algo para sencillo, es ahí donde esta putita con cara de ingenua cobra fuerza y te seduce hasta hacerte caer.

ASI COMO VIENES, ASI COMO VAS
Manos partidas,
coyunturas mordidas
¿Y mi cara?
vagando con la desgracia
de lo que no se quiere,
así como va,
así como viene.


Luna escondida,
utopia verdadera,
negra negrura
con sabor a sal,
así como vienes,
así como vas.


Pechos de pezones eternos
morados y lóbregos,
piernas únicas
remojadas en cenizas
para sentirse como se siente,
así como va,
así como vienes.


Arroyo seco,
manantial oxidado,
mar en medio del desierto,
y yo ahí llamándote sin hablar
así como vienes, así como vas.

miércoles, 8 de junio de 2011

MUJER

No hay Historias ni nada, solo lo que mejor se hacer, poetisar todo.



MUJER GENUINA


Horas añejas pasan por mis ojos,
unos te quiero prestados se dicen sin sentimientos,
las miradas se cruzan por última vez,
y mi metáfora se enfila cual destacamento.
Mis manos se oxidan por un gesto,
las ganas perecen sin aliento,
los prejuicios que se revolcaban se olvidan
sin argumento,
no emiten rastro,
la voz se quiebra ante aquel espanto
sanguinario de las peleas absurdas que detesto.

Las palabras se dirán hasta que se gasten,
no habrá sexo placentero después del desprecio
que viene después del amor,
lo gentil de tus señas ahora cobra precio
para recibir lo que antes se me dono.
Me olvido que he amado
y que un día de la nada el viento te trajo
con tus pechos dulces como miel,
la espiga que se ha clavado
ahora se seca junto aquel laurel,
y mi mano que añoraba por tocarte
no es más que un elefante rosado
amor genuino que se va sin decirle a quien.

No espero verte rendida
antes me hago momio y venero a Pinochet,
la magia no está en la celestina
que se vuelve puta al anochecer,
está en la mujer genuina
que es como tiene que ser,
como el apego que se tiene
que se oxida y se va
buscando el placer,
de esas caricias de niña
que vienen al amanecer,
viene como nuestro cariño
que durara mientras tenga que ser.

martes, 7 de junio de 2011

SENTIMIENTOS TEMPORALES

Casi siempre pasa que cuando más te enamoras, cuando mas abres tu corazón, o bajas la guardia el amor paga con un buen charchazo, quizás realmente funcione de esa manera, quizás amar ya esta tan cuesta arriba que se pone difícil, bien escribí en uno de mis libros que la satisfacción del amor se asocia en estos tiempos en otras cosas materiales, es una opción, no la descarto, pero no puede ser que reventar una tarjeta de crédito en un mal pueda ser mas orgásmico que estar junto a tu pareja amándose.
Un tiempo atrás, fuimos juntos con ella, su sombra y mi timidez a perdernos unos días a la playa, la verdad las expectativas eran altas, mi guardia estaba baja, de hecho se quedo deambulando en Santiago. En mi bolso algo de ropa, comida y unos kilos de cariño y cosas que decirle. Ella feliz, su cara irradiaba más que el sol de septiembre, sus maravillas en su cara se hacían más asiduas, era mi oportunidad para amarrar ese amor que un día comenzó, no lo podía desaprovechar.
Fue todo color de rozas, cocine mis mejores platos, ella la reina de mi mundo, la casa para nosotros solos, atardeceres juntos mirando el sol e inspirándome, de ahí mucho se escribió, mucho se cosecho, la inspiración impregnaba hasta las sabanas.
No sé en cuantas fotos nos comimos a besos, no recuerdo bien en cuantas ocasiones acaricie su pelo negro y goce con ese cuello oscuro, me refleje unas cuantas más en sus ojos (hay registros perdidos por ahí), era todo exquisito, todo idílico, como un cuento de hadas chilensis producido en una playa cualquiera en la 5ta región.
El sexo más placentero y el que mayores recueros me ha dejado en mi vida fue ahí en esa casa adoquinada y amurallada con pino Oregón, no creo haber sentido mi pene más duro que en esos días, ella se entrego por completo, nos amamos por horas, y no miento, creo que un día completo fue poco, nos notábamos el cansancio corporal, pero el amor podía mas, intuyendo que quizás esa oportunidad no la tendríamos más en la vida y nos dejamos llevar.
Si pudiera describir todo lo que en esas sabanas ocurrió estaría días, y les confieso que recuerdo cada detalle, le recuerdo cada lunar, palmo a palmo sus contornos únicos, sus pechos morados, sus ojos semi cerrados mientras moría de excitación, su olor corporal, sus piernas únicas.
Ahí descubrí que la amaba, entre las llanuras de su cuerpo, mientras la amalgame contra mi cuerpo, mientras la miraba posada sobre mi moviéndose afanadamente y disfrutándonos, repitiendo una y otra vez que me amaba, que no se alejaría de mi y mientas nos duchamos juntos, nos volvimos un solo ser (como olvidarlo), era pa´ vivirlo eternamente, era un espanto decidido a la maldita soledad que nos rondaba por mucho tiempo, éramos dos personas amándonos, haciendo verdaderos nuestros más putos pensamientos, entre esas cuatro paredes.
Estaba dispuesto a entregar completamente mi corazón, sin importar la vida que traía sobre mis hombros, o lo difícil que sería convencer al mundo de mi amor, no tenía ningún reparo en afrontar los avatares del destino por aquel amor, se lo dije y por primera vez sentí en la voz de sus labios lo reciproco de ese devoción, pero también aprendí que las palabras aguantas muchos y los sentimientos no son más que sentimientos temporales que agarran fortalezas por las situaciones vividas, pero que se van y se ocultan como ese sol que vimos irse por la tarde.
Fueron no más de dos semanas para darme cuenta de la realidad, y que su amor no fue más que solo palabras ocasionales, como un te quiero perdido, como un tweet maricón lleno de amor que se cambia por un bloqueo estúpido, aprendí que al bajar nuestra guardia y querer vivir de cara ese sentimiento espectacular es cuando más te pisotean hasta las bolas, aprendí que el amor es solo situaciones, que son solo aventuras y que lo mejor es guardarlo en tu mente y si tienes la suerte mía, plasmarlo en líneas cabronas y amortillarte cada vez que puedas y te dé el cuero para leerlo.

MALDITO CORAZON

Pretender hacer de tu inestabilidad emocional
un beneficio para mí
sería un suicidio,
ya no existe en los planes
porque con tus caricias amargas me aclaraste
los vaivenes emocionales de tus sentimientos temporales.

Seguir sucumbiendo a tus curvas
y a tus pechos que marginan hasta
las veces que puedo tocarlos,
no vale la reverenda pena.
O seguir presumiendo con mi propia mujer de lujo
que no existe ni pa´ amortiguar
la debacle de los días nublados,
no es más que una suntuosidad exagerada
que no vale la condena de un espíritu ya roto.

Y si tu interior no tiene remedio
pide perdón a los cielos y podrás morir tranquila,
si no, mírame a la cara y vete al infierno,
porque no podría tolerar más esos malditos maromas
que una vez me cautivaron
y que ahora solo vienen a repasarme en el suelo
mientras perezco por tu maldito corazón.

La frialdad de tu sentir
congela hasta el mismísimo satanás,
y tus labios que botan besos
para recogerlos y ponérmelos en mis labios
no podría llenar el vacío que tiene la cama ahora
aun estando contigo,
o ese frio calador que muchas veces me hiciste sentir
me refriega en la cara
que me enamore de la mujer equivocada
y que la insistencia absurda
es el peor argumento para seguir.

sábado, 4 de junio de 2011

NI AUN ASI

Me han dicho lunático, enfermo, me han tratado de poco objetivo, cabrón, a mi madre la han saludado un par de ocasiones por mi culpa, quizás mi personalidad tiene anticuerpos, quizás la única manera que me conozcan es por lo que escribo y aun así no tiene que ser del gusto de todos, no tiene porque agradar, son solo letras muertas que reviven al tacto de unos ojos.
Ya nada me puede importar más que expresarme tal cual soy, escribir de mi quimera, crear mundos ficticios, amar a mi amante de turno con mi lápiz y papel, hacer suave lo tosco, lo malvado hacerlo ver angelical, y ni aun así podrían terminar entendiendo que mierda describo. La verdad que mi puta mente me ha llevado a recorrer los más fascinantes lugares, he idealizado mi mujer perfecta, me he puesto a amar y me he vuelto masoquista unas cuantas veces más por puro gusto estúpido.
Entiendo que comprender una mente tan desequilibrada como la mía puede resultar un poco difícil, quizás la soledad gano, sentir cariño no es lo mío, a lo mejor acabe a lo Parra, solitario en una casa en la playa, haciendo odas hasta de la arena, produciendo artillería pesada al amor utópico y siendo un anti poeta mas, solo con mi taza de café amargo, escuchando mi rap, resucitando fantasmas pasados e imaginando mundos fingidos que seguirán formando parte de mi repertorio, por más que causen estragos, gústele a quien le guste.
Ahora un poco de medicina pa echar a volar la imaginación.






EL ERROR QUE ME GUSTA

Te conocí sabiendo que eras un error,
me inspire y me abalance a tus brazos tibios,
aluciné sabiendo que no eras mía,
y el puto orgullo no se hizo presente,
en este presente cargado de sinsabores,
y que en tu estreches
encontraba soluciones evidentes,
para salir de mi burbuja de colores,
echar a volar los fantasmas
que disense ser mis amigos
-pamplinas-.

Toque la puerta y abriste,
no pretendo ser tu hombre eterno
solo que me beses,
que me enseñes en un pupitre
el respeto al señor amor,
aun sabiendo la equivocación
del saber que eres de otro panteón,
quítame mi monotonía
tráeme de vuelta las hormonas en recreo,
ya que la razón aborto la misión
solo ámame por ahora…
Solo hazlo.

miércoles, 1 de junio de 2011

TE ACORDARAS DE MI

Hoy no hay lineas, no hay relatos ficticios, no hay una mujer idealizada entre sabanas, solo existen lineas claras, poesía con ira, poesía malvada.


TE ACORDARAS DE MI


Cuando Pasen los años traumáticamente
cuando tu piel no sienta roce alguno,
tus pliegues necesitaran un “buenas noches”
y tu voz deambulara por ahí buscandome sin disimulo.
La cornisa se llenara de hojas en el otoño,
nadie las sacara, nadie estará,
y los besos que pretendas dar se llenaran de mis labios,
aunque no esté, aunque no te acompañe ni tu estampa
de señorita cuicona por descendencia,
no habrá en ti pálpito como el que sentiste cuando te ame,
no sentirás ese calor de mis dedos
tocando tu indecencia.
Te acordaras de mi reflejado en los versos que te escribí
con el odio del amor que una vez sentí,
te acordaras de mí,
cuando no pase la angustia de tus noches frías,
y tus pechos de pezones morados,
pasaran al exilio provocado por tu inestabilidad sub realista,
tu pensamiento no será más que un cuento podrido,
tormento de tu pasado masoquista.

Te llenaras de recuerdos vagos, malparidos.

Te acordaras de mi, cuando no veas más que una silueta fría
acompañándote en una noche de calentura,
cuando quieras ese roce de la diana
y no allá mas que el recuerdo de tu premura,
tu racionalidad llorara desnuda
tus pies caminaran hacia aquellas mañanas
donde hacernos el amor era el mejor pretexto
para terminar las noches de luna,
seguirá tu huella cruda
pisando un destino solitario,
y me recordaras.