viernes, 17 de junio de 2011

ERAS TÚ

El teléfono sonó, con una insistencia distinta, no quería contestar, sabía que eras tú, pero lo hice con un arrepentimiento interno, con un dolor de guata horrible. Al escuchar tu voz, mi mente retrocedió, me criticaste los mail no respondidos, -no supe que responder- te dije, estaba bloqueado de pies a cabeza, conversamos largo y distendido, terminamos ofreciéndonos una conversación en directo, donde siempre, como siempre.
Llegue puntual y asumo que mis cañuelas eras de hule, había un frio extremo, mis convicciones, negaciones y puterias echadas al ruin destino se fueron a la mierda, al rato llegaste en tu auto nuevo, supuse que la vida te estaba premiando, pero sabía que tu corazón seguía esperando, con solo mirarte a esos ojos negros entendí que me necesitaban aunque no lo dijeras. Nos fuimos a comer, soplamos el polvo a los lugares que un día nos vieron jubilosos viviendo ese cariño que nos juramentarnos tenerlo hasta morir, donde mismo te prometí que sería contigo y solo contigo la mujer que llegaría al altar, pero que ahora nos veían pasar diferentes, distantes, fríos pero con las ganas intactas de resucitar esos viejos tiempos. Todo fue peleas, todo con críticas al tiempo pasado, sacaste tu mejor artillería para criticar mis romances express, yo ataque a tu poca valentía a luchar por algo que amabas, así nos mantuvimos por un rato, hasta cuando toque tu mezquino corazón con una pregunta precisa, ahí soltaste las lagrimas que te hacían ver como un ser sentimental y que viven permanentes tras tu estampa de mujer dura y fría, esas mismas que no derramaste cuando cortaste de raíz un amor como el nuestro, sin cargo de conciencia.
Te invite a caminar, pero el frio pudo mas, nos metimos a tu auto pa calentar nuestros cuerpos, seguimos con los mismos temas, seguimos con las mismas escusas y artillería cruzada, no daba más, saque del bolsillo un “te he extrañado mucho” y el ambiente denso se fue, me miraste con una ternura insegura, me tomaste fuerte de mi cara y me besaste, confieso que no pensé que volvería a morder esos labios, ni menos que hurguetearía otra vez en ti, ahí las palabras fueron sinceras, era obvio que todo lo que antes se había dicho era por la rabia que tenemos de haber acabado con la mejor experiencia de nuestras vidas y que termino por un chantaje weon del destino. Echo a andar el auto, sin preguntas, no supe donde íbamos hasta casi el final, y si era de recordar, nada mejor que nuestro rincón donde desaparecer por horas, si era por asumir que aun existía esa atracción quinceañera era en nuestro motel favorito, entendí que ella quería dominar esa noche, quería ser ella la que llevara la batuta, quede en blanco solo con la duda de entender porque mierda otra vez caiga en los brazos de esa mujer.
Afuera el mundo continuaba sin nosotros, y nosotros comenzábamos a quitarnos esas ganas diarias por vernos las caras, recuerdo que partimos prendiendo un cigarrito amargo, echamos a volar la imaginación, ahí descubrí tu pecho sin pensarlo (recordé la vez que los pinte en uno de mis cuadros), comencé a disfrutar sin remordimientos a lo que afuera de esa habitación separaba nuestras vidas, tus ojos entre abiertos y tu respiración me confirmaban que seguías siendo tú, tu olor corporal me hacían entender que ahí seguía intacto mi rastro, el mismo que deje cuando nos separamos. Te desnude y me desnudaste, nos fundimos en la fría noche santiaguina en un cuartucho lleno de recuerdos hasta en las sabanas, te penetre no sé cuantas veces, era un amor genuino, nada de sexo, era todo emociones, hasta las lagrimas, hasta el delirio santo, eras tú otra vez en mis brazos, recordándonos oxidados por el paso del tiempo, pero iguales con ganas de corroer lo que nos desvío del camino juntos, tu sexo seguía igual, tus curvas seguían siendo las que descubrí hace cuatro años atrás por primera vez, tus margaritas en tu cara eran como recordé hasta la alucinación, ¡eras tú! unos años después, la misma que se fue. Así estuvimos la noche completa, más que haciéndonos el amor, fue un abrazo de horas, -lo juro que así fue-, los sentimientos y el amor estaban intactos, aunque el tiempo pase envejeciéndolo y aporreándolo.
A la mañana mi muñeca rota se vistió, yo me quede escribiendo algo, como muchas otras veces, te leí ahí mismo los versos olvidados que habíamos perdido, te tome fuerte de la mano, sabiendo que te irías y que volveríamos a lo mismo, a ser desconocidos para todos, a guardarnos otra vez las ganas quizás hasta la próxima llamada o hasta la próxima vez que necesite inspirarme como nunca. Así fue, me dejaste en una esquina y emprendiste rumbo, intente correr tras de ti, pero tenía que dejarte libre como te conocí, con la esperanza de volverte amar, como lo hice hace años atrás.

TE AMO ¿ME AMAS?



Te Amo,
¿Me Amas?

Yo soy para ti
Menos de lo que tú eres para mí,
Porque mi amor es inaudito he infinito,
Solo por el simple hecho de existir,
Por la simple situación
Que mojas mis dedos
Cuando de pronto estremecidos
Juergan en tu caliente pasión.


Me Amas
¿Te Amo?
La ver dad
No veo impedimento para saciar
La fibra de amor que vive
En las raíces corrompidas
De nuestros cuerpos.


Con tus ligeros pasos
Vienes y te metes por la frente
¿Eres tu la que veo
En la caña mas alta del árbol?
Te Amo
¿Me Amas?

1 comentario:

JAQUELINE dijo...

Qué puede llevar a una mujer a tomar la decisión de dejar atrás al hombre de su vida? Este hombre qué la soñó cómo la única mujer con la qué podría llegar al altar? Cosas inexplicables, pero qué suceden. Me encantó como siempre, tu forma de plasmar sentimientos qué van desde la nostalgia hasta la pasión. Sólo te preguntaría, cual fue esa pregunta que la puso a llorar y logró romper la imagen de mujer dura y fría?
Te mando un fuerte abrazo :D