miércoles, 16 de febrero de 2011

INSÍPIDO


Que escribo? cuando escribo? con que fin. Muchas preguntas, pocas respuestas, parece ser una premisa de mi vida, la verdad es que podría estar días enteros respondiendo tanta estupidez, replanteándome muchas cosas o buscándole solución problemas que se irán cuando se les plazca.
Podría incluso querer a #laminaperfecta a mi lado pero al rato encontrarla desaborida en su totalidad, porque el gusto por una buena compañera va mas allá de los netamente banal, son caricias y momentos, son objetos, lugares y situaciones. Un cúmulo de escenarios que cambian los ojos externos por internos. Eso busco, la mayoría de las veces.
La sabiduría muchas veces se va por el WC cuando de cagarla se trata, asumo tener un magíster en eso, pero de que vale la vida sin caerse y levantarse, sin querer volver a caer con esa piedra que hizo revotar el ociko en la tierra, como esos rasguños no dejas mas que una marca superficial? como la testarudez sobre pasa lo que la vida a porrazos te enseña, y como hasta lo insípido se puede volver sabroso en momentos entupidos?
Como adoraría retroceder el tiempo y poder ser capaz de hacer unas cosas que deje inconclusas y dejar unas cuantas olvidadas en el vaivén de mi personalidad masoquista, #elminoperfecto no existe (lo tengo claro), #laminaperfecta tampoco (eso esta de mas decirlo), pero en la imperfección del Ser muchas veces guardan las sorpresas que alegran las vidas, que hacen especiales esos instantes que pueden durar un abrir y cerrar de ojos, una noche o 5 meses (que mas da). Lo importante es atesorar cada instante, cada palabra, guardarla y entenderla, aunque por la cresta que cueste, aunque por la cresta no se quiera, pero es necesario para alcanzar la felicidad esperada para ser medianamente feliz y encontrarle el sabor dulce a algo insípido, para ver la luz cuando estemos en tinieblas, para escuchar la voz precisa proveniente del silencio o simplemente para que nuestro mejor antídoto no sean pastillas ni doctores, si no que simplemente lamente cuerpo y alma en paz.


esta vez me permitiré compartir con Ustedes un poema de una gran amiga, ella desnuda de palabras ha escrito grandes estrofas, lean y disfruten de cada palabra, cada sentimiento...


ÚLTIMA VEZ CONTIGO


Sumergido hasta el cuello
Brindo mi aliento
A tus labios pordioseros
A la miel de tu cuello

Por qué cerrar mis ojos cuando te beso
Porque en tus ojos me pierdo
Pero en tus besos me disipo
Me resbalo me derrito

Hago lo mismo contigo
Te deshago te cautivo
Me dejo excitarte
Me dejo perturbarte

Permito un poco más
Mas no volveré jamás
Esperaré otra víctima
También seré otra víctima

por Pucelle®

1 comentario:

Caracolap dijo...

estás logrando hacer buenas mezclas... lo uno con lo otro y paf! buen resultado

Ser o sentirse "insípido" es algo del día a día, sin quererlo en oportunidades acabamos escondidos entre las sábanas sin entender el gran producto que somos, más bien, nos sentimos hasta inconclusos... e insípidos...

Conseguiste la "buena mezcla": insípida última vez contigo...

Saludos!