domingo, 22 de mayo de 2011

ESTIMULANTE


Me vuelco a buscarte, deambulo sin sentido por las calles, siento tu presencia, tu aroma a romance, te llamo mil veces con el pensamiento, ciento que a cada momento me cautivas más y pretendo verte rendida junto a mí, tengo unas ganas tremendas de tenerte frente a mi.
Sigo con mi locura, manejo por lugares desconocidos, qué más da todo, si la alegría ronda mi alma. No doy mas y te llamo, aunque no lo crees llego frente a tu casa.
La primera reacción es no tener reacción, nos miramos tentativamente, yo te desnudo con mi mirada, no despego mis ojos de tu boca y tus pechos que se asoman no hacen más que empeorar mi estado. Me invitas a pasar, y no creo que tanto revoltijo hormonal fue solo en la puerta. Me siento relajado en el sofá, tu gato me mira celosamente, te sientas a mi lado y comenzamos a conversar, no sabemos qué decir, reímos tiernamente, entiendo que aun no entiendes como le abriste la puerta a este pendejo.
Reímos y conversamos por un rato largo, quieres saber más de mí, hago lo mismo contigo. Me pides que te escriba algo, te respondo que necesito estimularme para hacerlo pero que lo intentare. Saco mi lápiz, mi libreta te miro de pies a cabeza y comienzo a rasguearte, (la verdad es que las palabras no sales con fluidez), tú te acercas mas, y comienzas a susurrarme en mi oído, siento como tu lengua pasa sutil por mi costado, como recorre mi cuello, salen las palabras, siento la dureza en mi, veo como te excitas lentamente mientas saboreas mi cuello, tus manos pecando en la espalda, tus uñas tocan mi interior.
“te desnudo, te violento, te muerdo y te siento” salen frases, sueltas mansamente tus gemidos en mi oído, suelto el lápiz (no aguanto más), pongo mi mano en tu eternidad, siento como se mojan mis dedos, siento como se altera el momento, trato de hablarte pero no salen las palabras. Voy directo a tus labios, te muerdo, busco tu lengua, ya ha esas alturas nuestras manos hurguetean nuestro sexo, siento tus pechos duros pegado en mi pecho.
Siento tu perfume, me sumerjo más en el momento, te desprendo lentamente de tu ropa, veo por fin desnudos tus pechos, los besos como si el mundo se fuera a acabar, ya en un rato compartimos desnudos la santidad de un sexo que no podíamos seguir esperando. Olvidamos el mundo, dejamos de perder el tiempo, nos besamos locamente, yo bajo por tus pechos, sigo la línea eterna hasta tu ombligo, meto mi lengua y con la misma bajo hasta la humedad erecta, siento como con cada roce se moja mas, no sé cuantos minutos estuve ahí pero sentí la locura mas fascinante, subo para te vuelvo a besar, te miro fijamente y consigues lo que siempre (ponerme rojo), me pendejeas como de costumbre, eso me gusta y lo sabes, muerdes mis tetillas y bajas con una delicadeza única que dan los años de experiencia hasta mi pene, no pretendo tratar de aguantar nada y me dejo llevar por ti.
Entiendo que el mismísimo calor sofocaría el infierno, comprendo que ese momento tengo que plasmarlo en más de algún poema, no quiero que termine, no quiero irme. Ya llevamos tanto amándonos como los momentos en que nos comimos por teléfono, por interno, y sinceramente el tiempo esta de mas, aunque terminarlo sería solo un suplicio. Tu torso se sigue humedeciendo, se sigue estimulando, me sigues erectando perversamente, comprendo que la idea fue la mejor que he tenido, me estimula pensarlo, “sin culpas” como tu bien decías.
Terminamos extasiados, siento como el tiempo y los años se simplificaron en la cama, no hubo contienda entre nosotros, no hubo maldad ni enojo, eres dulce lo sé, te vuelvo a besar, te posas en mi pecho y te acaricio, no nos decimos nada, no hay palabras, solo miradas tiernas, cariños sutiles, es gratificante tenerte ahí conmigo, es satisfactorio no tener que escribir mis sentimientos (es mas los celulares siguen apagados), es el momento, no puedo esperar, agarro mi libreta, te retrato, te poetizo.


TU PIEL

Las palabras están demás,
los sonidos guardan silencios,
tu mejor sonrisa me tienta a tu piel
y lo que antes se soñaba hoy se vuelve vicio.
te desnudo, te violento, te muerdo y te siento
la locura forma parte del acto, lo sé.
Perdí mi cordura
por unos pechos que tocaron mi sensatez
creí no enloquecer
desnudos entendimos el porqué.
Me estimulas
Como sabiendo la perversión
a estas alturas las hormonas pululan,
se divierten con el jergón,
serias el mejor pretexto para la gula,
te amalgamo entre las sabanas con tal fervor
que te retrato después de un roce ilusa;
y sobre el edredón poéticamente,
no hay preguntas,
no existen las respuestas,
todo sale natural,
hasta la utopía se vuelve ecléctica.

No hay comentarios: