PERFUME

Camino, distraído, como buscando algo, hay muchas cosas que hacer y se me hace tarde. La vida ha seguido su curso normal, noches solas, días contemplativos al espejo, canalizando la aventura de vivir encerrado en un mundo mezquino.
Entre la muchedumbre que transitan sin mirar, cruza como queriéndome amortiguar mi tranquilidad, tu olor, ese maldito aroma que maquillo nuestros más placenteros momentos, que se hizo parte en nuestros restregones por lugares sin nombre y vivió pleno el amor que nos tuvimos, ese cariño que se pario solitario tantas veces, en un silencio quejumbroso solo sobornado por gemidos llenos de placer, ese aroma que te abrazaba y que besaba cuantas veces fuera necesario para hacerte saber que moría por ti, por ese romance. Hoy vuelve, de alguna manera, rebaso hasta mi corazón pa hacerme recordar que puede morir todo, tu cuerpo perfecto, tus caricias inmaculadas, tus manos llenas de roces serafines, se puede ir incluso tus ojos de los míos, pero tu aroma, tu olor jamás se va.
Me siento, pa tratar de asimilar lo que pase, suena estúpido, algo de locura me queda, entonces pienso que esto había pasado antes, pero lo bloqueé a tiempo, obviamente ahora no tuve es virtud, no sé si lo podre tomar así, porque no recordarte es solo limitar el desierto de un muerto sin piernas tratando de avanzar, sin poder pedir ayuda. Es un afán incansable por tratar de olvidar canallamente y volverme tolerable a los embates de tu olor que transita por la ciudad, como buscándome, como un espíritu en pena, como sabiendo que es lo único que va permaneciendo de un amor tan grande, lo sínico que va quedando de un sentimiento abstracto que aplaco por tu frialdad.



PERFUME


Olor santo,
Bofetón a la malparida vida,
Las olas del océano rugen
La mano perfecta envidia.
Canción perfecta de placeres,
Poemas silenciosos tililan,
Y tú con tu aroma perfecto
Me afliges, me arruinas,
Me vuelves sublimemente erecto
Al pálpito de un romance secreto.

No basta con morir prematura
Si tu olor siempre se queda,
No basta con irte con la luna
Si el amanecer trae la calidez
De recuerdos que se van esquivos,
Envueltos en cianuro.

Vístete bajo el aroma
Que bloquea mi mente,
Vuélvete virginal con cada ola del mar,
Recostémonos otra vez entre la gente
Que no los ve y huye inerte,
Pero deja conmigo tu perfume
Ese santo pecado permanente
Que enfría hasta aquel amor malparido…
…que ya no está.