Día 2:
Quien eres,
¿Acaso
reírte de mi soledad?
¿Quién te
mandó?
¿Quieres
pisotearme las ganas que traía antes de conocerte?
La estampa
de machito recio
se fue la
mismísima mierda contigo
me vestí de
tutu por agradarte
me perdí y
volví a renacer envuelto en papel celofán
con una rosa
adornando mi cabeza
y ni aun así
se si traspasé tu corazón.
Los vientos vienen,
me votan
hasta estas ganas de mierda
por un beso
tuyo,
no dejan
nada en pie
te llevan
incluso a ti,
pero vuelves
y te vas
como mar enmarañado,
haciendo
sonar el espejo que tenaz
me mira
teniéndote
en mis pupilas.
Aprendí a vivir en soledad,
mi infancia
transcurrió preparándome pa´ este mundo hostil,
pero jamás
se me preparó
para cuando llegaras
a mi corazón,
jamás se me
habló,
jamás se me
advirtió,
que esto
podía ser así.
Llegaste sin maquillaje
con un
corazón de jeans
y una
pulsera que amé,
una sonrisa
en rodaje,
con un
pasado a cuestas
y un futuro
incierto.
No emitiste ruido, solo entraste
dejando la
cagada en mi interior,
quebrando
esquemas y resonaste
cual
altruista en cuento surrealista superior,
y desperté
estabas ahí,
convertida en mi planeta entero
me
alimentaste
de cariños y
silencios
me hiciste
un hombre pleno
y me amaste
con besos calientes por todo el colchón,
causaste tal
suceso
que hasta
mis ancestros
se alegraron
en los cielos eternos.
Y estabas ahí
con tus alas
amenazantes de volar
me tatuaste
los ojos
me enseñaste
a hablar
y me
pintaste de rojo
hasta
comenzar a cantar
en el
silencio que se detiene.
Y puedo lidiar
conmigo
pero no con
los cien recuerdos
que al final
me matarán
y no me
dejan respirar,
puedo hacer
frente con este amor
pero no con
este temor
de que todo
haya sido un sueño
y que este
clamor,
esta
incertidumbre bonita
no fuera más
que un tango solo
pobre, sin
ritmo.
Hasta cuando
me lo pidas
estaré ahí,
marcando el
paso hasta el próximo encuentro,
aunque la
rabia sea mayor
aunque el
siniestro resplandor de la mañana
no te tenga
desnuda junto a mí,
aunque el temple
se enfríe
seguiré ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario